En Tres Arroyos, cuando Daniel Fritz llegó a su taller de herrería no tardó en darse cuenta que se había transformado en una nueva víctima de la inseguridad local. “Cuando vengo, veo la rueda del compresor tirada en la vereda. Enseguida me dí cuenta que me habían robado”, dijo el camionero que, además, es propietario de un taller de herrería en la calle Solis 975 de esa ciudad.
Según le comentó el damnificado, el miércoles se fue a las 20 y ayer, alrededor de las 9, constató que esta vez le había tocado a él. “Me robaron el compresor, todas las herramientas que van en el tablero de trabajo, una amoladora y el estéreo del auto de mi sobrino, que lo había dejado acá para hacerle unos arreglos”, informó haciendo referencia a los componentes del botín.
De acuerdo a lo observado por Fritz, los delincuentes no solo actuaron con tranquilidad, sino que también se valieron de una herramienta tipo ganzúa para abrir las puertas, “porque no me rompieron nada. Sacaron lo que veían útil”, indicó parado frente al tablero que antes solía estar lleno de herramientas de mano.
“Lo peor es la impotencia que se siente. Porque al que labura con las manos, le cuesta mantener todo esto”, observó haciendo referencia al impacto de la situación en su propia vida. “Venir a la mañana y encontrarte con este despelote es feo. La policía vino a la mañana, ¿pero qué querés que haga? Están saturados, están robando en dos o tres casas por día, es una cosa de locos. Tenemos que ver lo que está pasando en Tres Arroyos”, comentó antes de indicar que, en otras propiedades de su familia, viene sufriendo sustracciones, “sin ir más lejos, del patio ya me llevan robadas cuatro bicicletas”.
Luego de reconocer que no tiene seguro (“si tuviera, no me haría ni problema”, sostuvo), confirma que hizo la respectiva denuncia en la Estación de Policía, “porque uno nunca sabe, si puede aparecer algo, capaz que lo recuperó”, anheló con esperanza en el cierre.
Ellos ya forman parte de la Bolsa de Trabajo
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