En la costanera de Bariloche, muy cerca de las icónicas letras de la ciudad, pronto aparecerá una nueva figura monumental: un Nahuelito de hierro de seis metros de largo y casi cuatro de alto. El proyecto es una iniciativa de la familia Jung, de histórica tradición herrera, y busca homenajear tanto a la ciudad como a su propio linaje.
“Esto surge a raíz de un documental que estoy haciendo sobre mi familia”, explicó Walter Jung. El testimonio de su abuelo, filmado hace más de una década, despertó en él el deseo de reconstruir las raíces familiares. Al conversar con su tío Aldo —herrero de toda la vida—, nació la idea de transformar esa memoria en algo visible, simbólico y duradero: una escultura de Nahuelito, el mítico habitante del lago.
La familia Jung no es ajena al metal. “Mis bisabuelos llegaron en 1910 y pusieron la primera herrería en Onelli y Mitre”, cuenta Walter. Desde entonces, el hierro corre por las venas de varias generaciones. Ahora, ese legado tomará la forma de un plesiosaurio de metal, instalado en un punto estratégico de Bariloche. “Va a ser un nuevo atractivo turístico y un homenaje a nuestra historia”, agregó.
María Jung, actual Primera Princesa de la Nieve, también se sumó al proyecto con entusiasmo: “Mi papá es quien lo va a construir, junto con mis hermanos. Ya conseguimos apoyo de empresas para los materiales”. La iniciativa, lejos de ser solo un monumento, representa el espíritu colectivo de una familia que convierte la herrería en arte y tradición viva.
El Nahuelito es una criatura que, desde el siglo XIX, alimenta el imaginario patagónico. Desde las leyendas tehuelches hasta las expediciones del siglo XX, pasando por “fake news científicas” y notas de color, la figura del plesiosaurio del Nahuel Huapi no ha dejado de reinventarse. El proyecto de la familia Jung se suma a esa historia, dándole forma física a un mito que, como tantos en la Patagonia, nunca termina de apagarse.
Ellos ya forman parte de la Bolsa de Trabajo
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