Desde hace varias décadas, las primeras máscaras fotosensibles llegaron al mercado y nos sorprendieron con su comodidad, permitiéndonos tener las manos libres para el trabajo sin la necesidad de estar subiendo y bajando el protector antiguo constantemente. Estas máscaras cuentan con un sistema electrónico de oscurecimiento automático.
Uno de los aspectos negativos de la integración de la electrónica es la gran diversidad en calidad que presenta el mercado. Es increíblemente sencillo fabricar un sensor de luz y polarizar el cristal líquido, añadirlo a una máscara de plástico y listo, ya tenemos una máscara fotosensible de baja calidad. El inconveniente radica en que todas las máscaras lucen similares, y su verdadero valor no reside en su aspecto colorido o moderno, sino en su capacidad para proteger nuestros ojos.
En este artículo, vamos a analizar varios factores importantes a considerar, como la protección UV, la velocidad de activación, entre otros, para que podamos tomar la decisión correcta al momento de realizar la compra.
Ya conocemos el daño que puede causar la radiación emitida al soldar en nuestros ojos. Sin embargo, en el ámbito de la electrónica, nada sucede de manera instantánea, y las máscaras fotosensibles no son la excepción. El proceso de detección del arco, su procesamiento y el oscurecimiento del filtro presentan un pequeño retardo, durante el cual nuestros ojos quedan expuestos a niveles elevados de radiación luminosa. La clave radica en minimizar este intervalo a un nivel que no sea perjudicial para nuestra vista.
Afortunadamente, estos tiempos de retardo suelen ser inferiores al milisegundo. Como regla general, se recomienda que el retardo de oscurecimiento no sea menor a 0,2 milisegundos. Para visualizar esto de manera más clara, podemos considerar esta fracción como 1/5000 de segundo.
Una máscara de soldar de buena calidad tendrá un retardo de oscurecimiento que oscila entre 1/15000 y 1/25000 de segundo. Las mejores máscaras pueden alcanzar un retardo de tan solo 1/30000 de segundo, lo que representa una fracción de tiempo increíblemente pequeña. Es asombroso, ¿verdad?
Esta característica puede tener diferentes nombres, como área de visualización o tamaño del filtro. En esencia, se refiere a la porción del entorno que podremos ver mientras trabajamos, y es de suma importancia para nuestra comodidad. Un visor más amplio requiere menos movimiento del cuello, lo que facilita nuestras tareas. Incluso una máscara con un gran tamaño de visor nos permitiría desplazarnos por el taller sin necesidad de levantarla, lo cual sería peligroso con un visor más pequeño debido a la limitada percepción de nuestro entorno.
Como referencia, la mayoría de los visores tienen un ancho de 10 a 12 centímetros, suele variar la altura del visor entre 4 a 10 centímetros.
Para hablar de los niveles de opacidad del filtro de luz, vamos a usar la escala DIN, ya que sería muy difícil expresarnos de otra manera. Para tener una idea, el nivel cero (0) sería sin filtro, o sea como ver a través de un cristal transparente y el nivel 15 sería muy oscuro, para soldaduras MIG/MAG de más de 400 amperes.
Lo ideal sería que el filtro sin activar permita pasar la luz con total transparencia, pero lamentablemente esto no es posible con la tecnología actual. La máscara a elegir deberá indicar un nivel inferior a DIN 5 para cuando no estamos soldando. Por ejemplo, el nivel DIN 4 nos permitirá ver, pero en lugares con poca iluminación se puede complicar. Este factor se puede compensar con iluminadores led adosados a la careta.
El nivel de oscurecimiento cuando se detecta la radiación del arco deberá ser suficiente para el tipo de soldadura que realizamos, por ejemplo, para arco con electrodo revestido es normal usar DIN 11 o DIN 12.
En resumen nuestra careta debería manejar, al menos, niveles desde DIN 10 a DIN 12 en estado oscurecido.
Más información sobre cómo graduar el oscurecimiento de tu máscara.
Este factor ya es una cuestión de gustos o experiencia. Hay excelentes modelos con una electrónica avanzada que evalúa la iluminación ambiental y la intensidad del arco para determinar el nivel de oscurecimiento adecuado. Varios modelos son tan automáticos que ni siquiera es necesario encenderlos o apagarlos.
Este sistema cuenta con un consumo tan bajo que una pila de litio tipo "de reloj" puede ofrecer una duración de más de 2.000 horas de uso. Es crucial optar por una máscara con panel solar, ya que este puede suministrar una gran parte de la energía necesaria y prolongar la vida útil de la pila de litio. Además, es importante recordar apagar la careta manualmente o elegir un modelo con función de apagado automático para evitar un agotamiento innecesario de la energía.
No siempre podemos estar en lugares bien iluminados, y para estos casos, las caretas con iluminadores led son una gran ayuda. Aunque con un poco de ingenio podemos adicionar cualquier mini-linterna y tener la misma o mejor iluminación.
Hace pocos años, las máscaras para soldadura eran simples y con lente de tonalidad fija. La tecnología actual ofrece máscaras más sofisticadas, diseñadas para dar al herrero, el confort y seguridad necesarios para poder enfocarse en la calidad de su trabajo.
Comentá cual es tu máscara de preferencia.
Ellos ya forman parte de la Bolsa de Trabajo
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