En el mundo de la herrería, esta herramienta es fundamental para cortar y desgastar materiales. Con un motor integrado en su cuerpo, que a su vez sirve como mango principal, y una cabeza de engranajes que garantiza que el eje del disco esté en ángulo recto con respecto al eje del motor, su uso se facilita al máximo.
Otro elemento clave de la amoladora es la empuñadura lateral, el protector y el disco intercambiable. La empuñadura lateral, por lo general, cuenta con 2 o 3 posiciones para que el herrero pueda ajustarla según su comodidad.
Es crucial comprender que todas las operaciones realizadas con la amoladora o esmeriladora son por fricción, lo que provoca la abrasión del material trabajado. Sus principales aplicaciones son para cortar, desbastar y lijar metales.
Es sumamente peligroso usar discos dentados con esta herramienta. La amoladora supera ampliamente las RPM (revoluciones por minuto) para las que un disco de sierra fue diseñado. Además, la empuñadura de la amoladora no está diseñada para resistir el violento retroceso causado por el enganche de un diente, lo que podría enviar el disco hacia el abdomen, las piernas o los brazos del operario.
Las amoladoras más versátiles para la herrería son aquellas que emplean discos de 115 mm o 125 mm y tienen una potencia de alrededor de 800W. En el ámbito del herrero, se les conoce como "la amoladora de 5 pulgadas". También existen amoladoras más grandes que utilizan discos de 230 mm (9 pulgadas) y tienen potencias superiores a los 2000W, aunque su utilidad en este campo puede ser menos práctica.
La principal ventaja de las amoladoras de menor tamaño es su versatilidad, ya que permiten realizar una variedad de tareas con una sola herramienta. Sin embargo, para trabajos de corte más seguros, precisos o repetitivos, suele preferirse la cortadora sensitiva. Para tareas de desbaste, la amoladora de banco es la opción más comúnmente utilizada.
“La amoladora angular es la herramienta más vendida en Argentina”
Un pequeño párrafo dedicaremos a la velocidad de nuestra chispeante compañera, ya que su régimen ronda las 12.000 (doce mil) RPM. Por si el número no lo deja suficientemente claro, es una velocidad muy alta, lo que limita su uso a las especificaciones del fabricante, y sólo se debe usar discos aptos para semejante régimen. Por ejemplo, si le preguntas a un chapista te dirá que no puede pulir con la amoladora de 5 porque quema la pintura.
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Los discos más comunes para usos en herrería son:
Disco de corte: Es de material abrasivo del tipo carborundum o similar. Su espesor suele ser de 2mm. y 1mm para trabajos más delicados.
Disco de desbaste: Se trata de un disco mucho más robusto y de granos más gruesos. Se usa para moldear o quitar excedente de material.
Disco “FLAP”: Cuenta con un conjunto de telas de lija, para dar una terminación más prolija a los trabajos.
Disco diamantado: Su uso no es específicamente para herrería, sino para cuando hay que instalar nuestro producto. Se usa para tareas de albañilería para cortes en mampostería, e incluso hormigón.
Si llegaste hasta acá, seguramente sos nuevo en el oficio o un experto de los que saben que nunca está de más refrescar conocimientos. Como conclusión: La amoladora angular es una herramienta básica e indispensable para todo herrero. Su uso implica estrictas medidas de seguridad, pero ese es tema de otro artículo.
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